¿Te acordás de ese peine verde
de dientes grandes
mascardi en el bolsillo
del pantalón de aquel tipo
con poco pelo
en ese bar que ya cerró?
¿Y del sandwich en el taper celeste
del automovilista atropellado,
que quedó encima del techo
del auto, bajo el sol del mediodía,
cuando se fue la ambulancia?
¿Y de la campera impermeable
negra que colgaba de un gancho
en una pared de mosaicos,
en el primer piso
de una casa demolida
por Constitución?
¿Y de la boleta de empeño
del televisor 20 pulgadas
que encontraste entre los papeles
del entreprener que te había contratado
para que ordenaras el archivo
de su importadora de aparatos
de gimnasia sin esfuerzo?
¿Y de esa pierna que le faltaba
al tipo que corría veloz
y a zancazo único
colectivos que se iban?
Bueno, estuve pensando
si no te parece mal
podríamos desembalarlos
y tenerlos un rato entre los objetos
que nos compramos hace poco.
2 comentarios:
una duda... en qué se envuelven los recuerdos?
en celofán azul?
y las imágenes?
tal vez en un paquete con moño verde?
y los sonidos...
un una caracola?
dice mi hermana que tener caracolas en casa trae mala suerte. nunca le pregunté el por qué.
pero mi hermana sabe mucha cosa.
y a mí me cuesta desprenderme de las que un día junté.
tengo algunas de la pedrera, otras de cabo polonio.
la que no me gusta nada es una que encontré en dénia, a orillas del mediterráneo. cada tanto salen de ella palabras en árabe, esperanto, ladino...
la verdad... ¡ni idea! pero podemos preguntárselo a tu experto compatriota, felisberto, por quien hubiera querido nacer en tu tierra.
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