cuartos

Hace un tiempo, mi madre vino toda alborotada, con una noticia extraña. Habían encontrado un local de la organización Montoneros que había estado literalmente "compartimentado" durante treinta y pico de años (en jerga de la orga, "compartimentación" significa aislamiento estratégico, por seguridad propia y de los compañeros). En aquel entonces, el dueño de la casa había levantado de apuro una pared de ladrillos en el frente y había tapado el acceso al local.
La casa cambió de habitantes varias veces y un día a alguien se le ocurrió tirar esa pared, que no se sabía para qué estaba; según esa noticia traída por mi madre pero que nunca vi en ningún diario, apareció el lugar intacto, con volantes, pancartas, ceniceros cargados, el tarro de yerba, el termo semi vacío.
Tengo dentro de mí muchos cuartos tapiados; cuando me encuentro con una persona de algún pasado, se desparraman los ladrillos y empiezan a salir objetos raros, como nombres que ya no me señalan o algún rasgo que no siento propio, o el aire que respiraba cuando la pared se levantó. Pero lo que busco con más cuidado, mientras voy sacando los papeles del camino, es esa yo que me mira desde algún rincón del cuarto.

2 comentarios:

mao dijo...

que impresionante esto! salio en el diario un fait divers parecido que ocurrio en Japon: Una mujer linyera vivio en una habitacion tapiada como la de los montoneros en la antigua casa de su infancia durante mas de 10 anios sin que la descubrieran. En la actualidad vive un japones soltero y geek que iba de la casa al trabajo y del trabajo a la casa. El empezo a notar que algunas cositas cambiaban de lugar: como un vaso o que faltaba un poco de jugo de naranja en la botella. realmente detalles infimos. Un dia volvio antes del trabajo y se encontro a la linyera. Le dio un ataque, llamo a la policia y la mina fue en cana. Ella confeso que era la casa de su infancia y conto de la habitacion y dijo que iba dia por medio a tomar una ducha y que a veces se tentaba y tomaba un poco de jugo de naranja. Ella sigue en la carcel porque no tiene plata para pagar la condena y el japones me parecio un pelotudo barbaro. me hubiera encantado que se enamoren.

paZ dijo...

qué ponja tan insensible.
¿pero cómo logró salir ella de la habitación tapiada? ¿por qué había quedado allí, por obra de qué voluntad? ¿ahora, otra vez tapiada, se sentirá como en casa?