Es de noche, el pequeño Truman extraña a su madre, joven y hermosa, que salió de juerga (en mi mente, el narrador habla a veces como en las traducciones españolas). Sube las escaleras blancas y abre la puerta del dormitorio de ella; el cobertor de raso está arrugado y hay algunos trajes tirados por el suelo, los que ella se probó y descartó para la ocasión.
El pequeño Truman coge el frasco de perfume de su madre y sin respirar se traga toda la sinécdoque.
1 comentario:
muy bueno!
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