Tang, tang, tang

En China, se puso de moda viajar en el tiempo. Una adolescente, harta de las exigencias académicas, quiso volver a los tiempos inmemoriales de una extinguida dinastía y saltó por la ventana.
Otros métodos para desplazarse en el tiempo, sugeridos por unos atípicos agentes de viajes que operan por internet, son tragar oro, atiborrarse de pastillas para dormir o dejarse chocar por un auto.

¿Qué gérmenes de futuro contendrá el presente de esos chicos fanáticos de la dinastía Tang? No quiero imaginar una realidad que sólo me empuje a huir hacia atrás.

la nota en inglés acá

No hay comentarios.: