Fui con mi hijo de cinco años a Buenos Aires para participar en la inauguración de unas baldosas de cemento que se pusieron en la vereda de la calle Reconquista, a la vuelta del Banco Nación, en homenaje a sus trabajadores/as desaparecidos o asesinados durante la dictadura. Mi padre entre ellos.
El viaje a la baldosa fue más o menos como la mirada vertiginosa de Nacho con su cámara, reciente regalo de su abuela materna y freeshopera.
Me gusta que haya quedado este video como registro de la ocasión: sus pies que avanzan, pedazos de personas hasta la cintura y manchas de agua en el suelo, justo al lado de lo importante, lo que no está.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario